Encuentro literario
El próximo miércoles, 22 de agosto, os invitamos a un encuentro con la autora María Tena.
Hora: 19, 30
Lugar: Librería Gil ( Plaza de Pombo)
Os esperamos
El próximo miércoles, 22 de agosto, os invitamos a un encuentro con la autora María Tena.
Hora: 19, 30
Lugar: Librería Gil ( Plaza de Pombo)
Os esperamos
8 comentarios
Macarena (Peñacastillo) -
La educación vasca creo que se ha hecho independentista en cierta forma. Desde luego el ejemplo más claro es saber hablar vasco en las propias escuelas para acudir a clases. En las propias universidades te lo exigen y esto cierra muchas puertas a los estudiantes. La historia a veces puede estar distorsionada u oculta, aunque dudo que las propias instituciones tengan que acudir a este hecho para mostrar su concepto de nación.
Mucha gente se hará las mismas preguntas que Daniel, ¿por qué no se lucha contra el hambre en vez de discutir tanto? Algo que nunca se contestará debido a que no todas las personas somos iguales y no tenemos los mismo pensamientos e ideales. El egoísmo forma parte del ser humano así como el rencor o el daño hacia los demás. Si todos cooperásemos unos con otros el hambre no existiría y la pobreza no sería más que un mero mito. Por cierto... no te has parado a pensar Daniel... en que muchas personas ligadas a una política mucho menos radical piensa que su partido es el mejor y no contentos con eso se niegan a hablar unos con otros como pasa en todos los gobiernos. No siempre se reflejan los pensamientos mediante los atentados, sino con simplemente creerse unos mejores que otros.
Como mis compañeras han dicho antes... no hay que juzgar a todos los vascos como independientes. Los prejuicios nunca son buenos. Supongo que únicamente unos pocos piensan como los vascos radicales narrados en el libro.
La sociedad está compuesta por tantas personas... y nunca se podrá llegar a un acuerdo absoluto ni a un bienestar total. Es la triste y dura realidad.
Cris Turutupá -
Hoy quiero hablaros sobre el encuentro al que asistimos ayer con la escritora María Tena.
La verdad es que no había leído nada suyo pero tengo que decir que estoy segura de que lo haré y espero que sin tardar mucho. Lo que se habló fue realmente interesante y entretenido y me pareció una mujer digna de conocer y de leer.
Una de las cosas de las que se hablaron y que personalmente encontré muy cierto es de la memoria y de cómo esa memoria es modificada por las personas. Ni de lejos me expreso como ella así que me parece que no se está entendiendo nada pero lo intentaré. A lo que se refiere María es a como por ejemplo una pareja al cabo de los años al recordar su relación tienen recuerdos totalmente diferentes y cada uno recuerda unas cosas de su relación. Como ella también pienso que engañamos a la memoria modificando recuerdos, de algunas cosas recordamos sólo lo bueno, de otras sólo lo malo, otras las olvidamos...
Ella dijo que es una escritora sin imaginación y que por eso utiliza su memoria para rebuscar en ella y utilizar recuerdos dispersos de todas sus vivencias para escribir. ¿Qué os parece? ¿os imaginabais un escritor sin imaginación?
daniel spira -
Cris Turutupá -
En este caso Arturo tiene muchísima razón, no sólo en lo que dice (lo cual creo firmemente porque de todos es sabidos sus conocimientos de historia y más de historia naval) sino también en lo que le ha motivado a escribir.
Somos la educación que recibimos, en nuestras casas, escuelas, barrios y sociedad en general. Alguien que desde pequeño ha escuchado la historia de su pueblo de una determinada manera nunca pondrá en duda que las cosas son así. Sí es cierto que quizás la mayoría de los vascos quieren la independencia de su pueblo, pero a lo que me refería en mi anterior entrada es que los que la buscan desde el terror son una minoría. La solución pasa por una educación más abierta y realista basada en el respeto.
marta marene -
Eres joven y guipuzcoano, según deduzco por tu carta y el remite. Escribes como lector reciente de la última aventura de nuestro amigo Alatriste, contándome que es el primer libro de la serie que cae en tus manos. Te ha gustado mucho, dices, excepto el hecho «poco riguroso» y «poco creíble» de que una galera española estuviera tripulada por soldados vizcaínos que combatían al grito de Cierra, España; en referencia a la Caridad Negra, que en los últimos capítulos combate a los turcos, en las bocas de Escanderlu, llevando a bordo a la compañía del capitán Machín de Gorostiola. Y añades, joven amigo lo de joven es importante, que eso no disminuye tu entusiasmo por la historia que has leído; pero que el episodio de los vizcaínos te chirría, pues parece forzado. «Metido con calzador son tus palabras para demostrar que los vascos (y no los vascongados, don Arturo) estábamos perfectamente integrados en las fuerzas armadas españolas, lo que no era del todo cierto.»
Son las siete últimas palabras del párrafo anterior las que me hacen, hoy, escribir sobre esto; la triste certeza de que realmente crees en lo que dices. Te gusta la novela, pero lamentas que el autor haga trampas con la Historia real; la auténtica Historia que eso no lo cuentas, pero se deduce te enseñaron en el colegio. Así que, con buena voluntad y con el deseo de que yo no cometa errores en futuras entregas, me corriges. Debería, a cambio, escribirte una carta con mi versión del asunto. El problema es que nunca contesto el correo. No tengo tiempo, y lo siento. Esta página, sin embargo, no es mala solución. La lee gente, y así quizá evite otras cartas como la tuya. De paso, extiendo mi respuesta a la cuadrilla de embusteros y sinvergüenzas de los sucesivos ministerios de Educación, de la consejería autonómica correspondiente, de los colegios o de donde sea, que son los verdaderos culpables de que a los diecisiete años, honrado lector, tengas si me permites una expresión clásica la picha histórica hecha un lío.
Machín de Gorostiola es un personaje ficticio, como su compañía de infantería vizcaína. En efecto. Pero uno y otros deben mucho al capitán Machín de Munguía y a los soldados de su compañía, «la mayor parte vascongados», que, según una relación del siglo XVI conservada en el Museo Naval de Madrid, pelearon como fieras durante todo un día contra tres galeras turcas, en La Prevesa. En cuanto a lo de Cierra, España, ni es consigna franquista ni del Capitán Trueno. Quien conoce los textos de la época sabe que, durante siglos, ése fue usual grito de ataque de la infantería española en su tiempo la más fiel, sufrida y temible de Europa, que en gran número, además de soldados castellanos y de otras regiones, estaba formada por vizcaínos; pues así, vizcaínos, solía llamarse entonces a los vascos en general, «a veces cortos de razones pero siempre largos de bolsa y espada». Y guste o no a quien manipuló tus libros escolares, amigo mío, con sus nombres están hechas las viejas relaciones militares, de Flandes a Berbería, de las Indias a la costa turca. Los oprimidos vascos fuisteis extraño síndrome de Estocolmo, el vuestro protagonistas de todas las empresas españolas por tierra y mar desde el siglo XV en adelante. Ése fue, entre otros muchos, el caso de los capitanes de galeras Iñigo de Urquiza, Juan Lezcano y Felipe Martínez de Echevarría, del almirante Antonio de Oquendo, su padre y su hijo Miguel, o de tantos otros embarcados en las galeras del Mediterráneo o en la empresa de Inglaterra. Las relaciones de Ibarra, Bentivoglio, Benavides, Villalobos o Coloma sobre las guerras del Palatinado y Flandes, los asedios, los asaltos con el agua por la cintura, las matanzas y las hazañas, las victorias y las derrotas, hasta Rocroi y más allá incluso, están salpicadas de tales apellidos, sin olvidar las guerras de Italia: en Pavía, por ejemplo, un rey francés fue capturado por un humilde soldado de Hernani, en el curso de una acción sostenida por tenaces arcabuceros vascos. Y te doy mi palabra de honor de que aquel día todos gritaron, hasta enronquecer, Cierra, España: voz que, en realidad, no tenía significado ideológico alguno. Sólo era un modo de animarse unos a otros eran tiempos duros diciéndole al enemigo de entonces, fuera el que fuera: Cuidado, que ataca España.
Así que ya ves, amigo mío. No inventé nada. El único invento es el negocio perverso de quienes te niegan y escamotean la verdadera Historia: la de tu patria vasca «La gente más antigua, noble y limpia de toda España», escribía en 1606 el malagueño Bernardo de Alderete y la de la otra, la grande y vieja. La común. La tuya y la mía.
marta marene -
creo que aqui si que hay una buena fuente de debate... la verdad es que creo que, tanto el amigo de daniel como cristina de turutupá tienen algo de razón; el problema es que, en la sociedad en que vivimos, no todos dan por hecho que los etarras y los independentistas formanuna mínima parte de la población vasca; por el contrario, muchas personas generalizan este hecho y aceptan que el
Pais Vasco es una comunidad "maldita", por asi decirlo, y todo el que crece en ella es, obligatoriamente, independenista. Siendo realistas, la persona que nace y crece n el Pais Vasco tiene muchas papeletas para convertirse en independentista, ya que eso es lo que aprenden muchas veces en la escuela, e incluso en sus propias casas. Sin embargo, creo que cada vez mas juventud vasca decide "pasar" de estos problemas parapreocuparse por otras cosas, si bien hay ciertos aspectos, como el euskera, que no pueden ignorar si quieren ser aceptados por la comunidad en que viven.
Tanto mi compañera Henar como yo contamos con bastantes amigos que han nacido y crecido en Bilbao, guernica, barakaldo, portugalete...y, sin embargo, su cultura, educacion e incluso idioma nunca han planteado un abismo entre nosotros sino todo lo contrario: ha servido como puente para entablar multitud de conversaciones sobre las diferencias entre nuestras comunidades, sin blandirlas jamas como un arma para atacarnos entre nosotros.
No digo que estas personas no crean en la independencia vasca; hay quien si y quien no, pero todos creen en hacerlo de forma civilizada, sin recurrir a la violencia ni al odio. Solo cabe esperar que, si bien las nuevas generaciones siguen deseando vivir en su propio pais, al menos escojan el camino del respeto para lograrlo.
A proposito de todo esto, me gustaría recomendaros el artículo que Arturo Perez Reverte publicaba el pasdo domingo en el suplemento del Diario Montañes "XL Semanal" titulado "cortos de razones, largos de espada" en que responde una carta de un joven vasco. Creo que es un artículo que merece la pena leer, tanto si estas de acuerdo con su autor como si no. Intentaré buscarlo en internet y copiarlo en el blog para que tengais acceso a el.
Un beso!
Cris Turutupá -
Yo no creo que generalice, simplemente se trata de que ha querido mostrar el problema de odio y el rechazo que algunos vascos sienten por los españoles, y esta era la única manera de expresarlo. Yo no me había quedado con la idea al leer el libro de que todo el pueblo vasco quiere la independencia y es un pueblo antisocial y sin humanidad. La idea con la que me he quedado es con la de que hay gente que quiere la independencia, con que hay gente que sufre, gente que tiene miedo, gente que es valiente... Al ser éste un problema de desear la independencia odian a un país que no se la da (España). Su odio se ceba en los españoles y en las instituciones que según ellos la impiden, y los vascos sin humanidad y nacionalistas hasta el extremo que aparecen en este libro son éstos, pero no me ha quedado la impresión de algo que en realidad todos sabemos, y es que NO son la mayoría.
Me ha parecido interesante porque quizás las noticias no son suficientes y a mí personalmente, aunque sé que sucede en la realidad, me parece de ciencia ficción, estas historias tan reales que suceden en tantos barrios o pueblos vascos y que difícilmente caben en una sociedad del siglo XXI. Esperemos que algún día abran sus mentes.
daniel spira -